viernes, 3 de diciembre de 2010



El Viacrucis 
Haitiano



Nuestra hermana y vecina República de Haití ha venido padeciendo, desde muchos años antes de su fundación, los rigores y suplicios de una tierra mártir. 


Desde el exterminio total de toda su población aborigen en los años iniciales de la Conquista, hasta la implacable plaga del malhadado cólera en nuestros días. 

Los indígenas taínos que poblaban toda la isla, hoy compartida con nuestra Republica Dominicana, llamáronla Babeque o Haití, que quiere decir tierra alta, o tierra con altas montañas. 

Estos fueron forzados a trabajar como esclavos, mayormente en las minas, en brutal preludio de la llamada “fiebre del oro”, que después esparciríase por toda América, a lo cual sumose la importación de enfermedades como la viruela, sarampión, varicela, peste bubónica, difteria, etc., oriundas del Viejo Continente, que acabaron por diezmar totalmente su existencia.  

Ante el auge de las demás colonias en tierra firme, Haití, y toda la isla, llamada desde entonces La Española, fue sumida en un total abandono, situación que fue aprovechada por los temibles corsarios que infestaban las aguas del Caribe en aquella época, bucaneros, franceses, y filibusteros, ingleses, quienes ocuparon ilegalmente la parte occidental, colonizada luego por los primeros, y formalmente cedida por España a Francia, en 1697, tras su derrota en la Guerra de los Nueve Años, mediante el Tratado de Rijswik. 

Estos implantaron aquí un brutal sistema de plantaciones de azúcar, cacao y café, entre otros rubros agrícolas, basamentado en la trata inmisericorde de esclavos traídos de la lejana África en descomunales galeones, y los cuales rápidamente sucumbían ante el inhumano azote del látigo blanco que los asolaba por estas tierras de Dios. 

Claro, Haití raudo convirtiose en la colonia mas rica del mundo.




Como era de esperarse, esta situación imperante de injusticias, desató los demonios, y la llamada Revolución Haitiana estalló en un baño de sangre contra esa sociedad racista que los expoliaba. 

La Revolución Francesa de 1789, tras abolir la esclavitud el 4 de aril de 1792, daba sus primeros frutos. Situación, también aprovechada por los revolucionarios estadounidenses en el norte anglosajón para declarar su independencia. 

El 1 de enero de 1804, el patriota haitiano Dessalines, proclama su liberación definitiva del dominio colonialista. 

Tanto, él mismo se declara Emperador, recreando de inmediato el poder autocrático de sus opresores, arrastrando a Haití al caos, estado de cosas aprovechado por nuestros lideres revolucionarios, encabezados por Duarte, para proclamar nuestra independencia, el 27 de febrero de 1844, tras veintidós años de sojuzgamiento vecino. 

Desde entonces, las relaciones entre ambos países desarrolláronse tensas. 

Más tarde, Petion y Cristophe asesinan a Dessalines, dividiendo el país en dos: al norte, Cristophe se autoproclama rey, y al sur, Petion, presidente de la república. 

A todo esto, el pueblo haitiano desangrándose por las rebeliones, y contrarrebeliones, y sumido en la más espantosa de las pobrezas. 

Luego Soulouque reunifica a la república, mas ahora se enfrenta a los mulatos, y se declara vitalicio como Emperador! E invade a nuestro país, pero es derrotado por Santana. 

Posteriormente, Geffrard restaura la república, e intenta hacer algo por el país. Mas también tórnase autoritario, que maldición! 

Por supuesto, estalla la rebelión de nuevo. 

Pronto sucédele Salnave, que hace lo mismo. Após Saget, y Salomon, ambos derrocados. E Hippolite, que murió de un infarto cardiaco. 

Las luchas intestinas nunca cesaron. 

En 1914, y al igual que nosotros, son invadidos por los estadounidenses, quienes se ensañan contra la población, y permanecen en este país hasta 1934, cuando Vincent es elegido Presidente de la Asamblea Nacional. 

En 1937, el dictador dominicano Trujillo ordena el llamado “corte”, asesinando a miles de ciudadanos haitianos, apelando a una mal llamada limpieza étnica, lo que hizo aún más tenso el coexistir entre ambas naciones hermanas. 

Asume el Presidente Lescot, mas es derrocado también. Luego, Magloire. Y, en 1957, Francoise Duvalier, quien gobernó este país con mano dura, y sangrienta, proclamándose vitalicio. 

Le sucede su hijo en 1964 - Baby Doc -, quien tuvo que salir huyendo del país en 1971. 

Entonces, Manigat toma el poder, tanto es depuesto casi de inmediato por el General Namphy, quien a su vez es derrocado por Avril. 

En 1991, es electo Aristide, depuesto a su vez por un golpe de estado! (uf). 

Finalmente, gobierna Preval, desde el 2006, y quien trata de organizar el país, pero es sorprendido por el fatídico terremoto del doce de enero de este año, con más de doscientas mil muertes y el país devastado. 

Le siguen, el paso al norte del país del Huracán Tomas. 

Y en la actualidad, la epidemia del cólera, que hasta el momento ya lleva en su fardo a más de mil quinientas personas fallecidas, y miles, y miles más afectadas. 

Hoy se celebran elecciones en esa nación hermana, y no se ve una luz al final del túnel. 

Hasta cuando, hermano pueblo!  Hasta cuando, pueblo hermano de Haití! 

En estos momentos de dolor, el pueblo dominicano apela a la solidaridad internacional, y por que no, eleva una plegaria al Altísimo por nuestros vapuleados vecinos. 

Hasta cuando! Hasta cuando!

                                                                                           C.V.

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